Tener un puñado de albahaca en casa nos permite tener unas hojas muy frescas para dar sabor a nuestros platos. Por no hablar de que la albahaca desprende un olor muy agradable que se esparce por toda la casa, y además ahuyenta a los insectos.
No hay una sola razón para no tener una planta de albahaca en casa, salvo que es realmente difícil de cuidar y que las que compras en el supermercado, al cabo de unos días, se debilitan puntualmente y mueren .
Hay muchas razones por las que las plántulas de albahaca mueren cuando las llevamos a casa y no todas dependen de los cuidados que les demos.
El plantón de supermercado ya ha sufrido mucho estrés, desde su envasado hasta su llegada a nuestros hogares. Los cambios bruscos de temperatura y riego son los dos mayores « estreses » que sufre la plántula, pero no son los únicos.
Sea como fuere, es posible recuperar las plántulas de albahaca para devolverles su vigor original, siguiendo unas sencillas precauciones.
Irrigación _ La plántula de albahaca debe mantenerse constantemente húmeda, pero evitando el agua estancada. Ponga un poco de agua todos los días y asegúrese de que la maceta tenga un buen drenaje que permita que el exceso de agua se escurra.
flores _ Para tener hojas exuberantes y fragantes es fundamental quitar las flores de la planta de albahaca, cortando directamente el tallo.
Corta las hojas . La plántula de albahaca produce constantemente hojas nuevas, que necesitan espacio para crecer. Es por ello que hay que retirar las hojas más grandes, aunque no tengamos que utilizarlas.
luz _ Aunque la plántula de albahaca necesita mucha luz, sufre mucho con el calor por lo que debes exponerla a la luz solar indirecta, en sombra parcial, para evitar que las hojas se quemen.
Siga estos consejos para tener una planta de albahaca siempre exuberante y fragante .