El ciclamen es una planta perenne caracterizada por flores de colores particulares, con tonalidades que van del blanco al fucsia.
Es una de las plantas más populares entre los amantes de la jardinería, ya que se puede cultivar incluso si no se tiene jardín. De hecho, esta planta también vive muy bien en el balcón sin necesidades especiales.
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Aunque no es una planta difícil de cultivar, en ocasiones pueden surgir algunos problemas y enfermedades que afortunadamente son fácilmente tratables. Uno de los problemas más comunes son las hojas pegajosas.
La causa de las hojas pegajosas.
Las hojas pegajosas de las plantas pueden ser un fenómeno molesto tanto para nosotros como para la planta . De hecho, las causas de este fenómeno pueden ser diferentes, pero muy a menudo se deriva de la presencia de algunos parásitos presentes en la planta.
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Entre los parásitos más extendidos se encuentran las cochinillas y los pulgones que, alimentándose de la savia del ciclamen, absorben todos los azúcares de la planta y liberan melaza , es decir, secreciones producidas por los parásitos tras digerir el azúcar de la planta.
Es importante eliminar la melaza, ya que atrae a otros insectos que luego pueden provocar la formación de moho y hongos.
Otra razón puede ser la propia planta. De hecho, para atraer a algunos insectos, las plantas producen su propio néctar azucarado que hace que las hojas se vuelvan pegajosas. Este estado de las hojas también atraerá a las hormigas lo que impedirá que otros insectos se acerquen al ciclamen. En este caso será una verdadera medida de defensa.
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Sin embargo, esta misma sustancia puede ser producida por la planta debido al fuerte estrés al que está sometida, por lo que cuando se nota esta situación es necesario actuar con rapidez. De hecho, este es un síntoma claro del sufrimiento de la planta.