La orquídea se encuentra entre las flores más bellas y fascinantes que existen. Es una planta que, es cierto, requiere de algunos cuidados y atenciones extra, pero realmente merece la pena. Es innegable que tenerlo en una superficie, o en un rincón dentro de casa, da un toque extra de color y elegancia. Adoptando los métodos adecuados podrás prevenir cualquier problema, pero si estos ya están presentes, existen soluciones que te permitirán hacer que tu orquídea vuelva a florecer. Podría suceder, por ejemplo, que tu orquídea se seque. En este caso, ¿sabes qué hacer? Averigüemos juntos.
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¿Está seca la orquídea? Puedes solucionarlo con estos consejos.
Para que la orquídea florezca siempre bien, es importante conocer todos sus puntos fuertes y débiles, para poder intervenir con las prácticas adecuadas.
La orquídea es típica de las zonas tropicales de Asia, entra en la categoría de Orchidaceae, que a su vez forma parte de la familia de plantas monocotiledóneas.
Esto significa que son plantas angiospermas. Su apariencia es fascinante y elegante, caracterizada por uno o más tallos, hojas de forma ovalada y flores de diferentes tonalidades y colores.
Cuidarlo requiere compromiso, pero nada tan difícil que no puedas hacerlo. Con el cuidado adecuado, la orquídea puede dar una gran satisfacción.
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Primero debes aprender a distinguir una orquídea podrida de una simplemente enferma pero que se puede salvar. Si la corona es marrón y suave al tacto, con hojas amarillentas entonces no es buena señal.
Las raíces también son fundamentales, muchos, de hecho, recomiendan cultivar la orquídea dentro de jarrones transparentes, de esta forma siempre podrás comprobar la salud de las raíces.
Si éstas parecen blandas, en este caso la planta podría morir pronto porque el oxígeno no circula correctamente por las raíces.
Sin embargo, si tu planta está seca, adopta estas soluciones y podrás hacerla exuberante y floreciente. Esto sucede cuando las hojas se vuelven amarillas y los cogollos se caen.
A las orquídeas, para empezar, les encantan los ambientes húmedos y cálidos. Ten cuidado con las corrientes de aire, podrían causar bastantes problemas. Normalmente el lugar ideal para la orquídea es el baño, húmedo en el punto justo.
En caso contrario, opta por el alféizar de una ventana , procurando que la luz sea indirecta. La humedad es un factor muy importante para su fijación.
En los meses más cálidos, a los que poco a poco nos acercamos, rocía un poco de agua sobre tu orquídea con un atomizador, así aumentará el nivel de humedad. Además, el jarrón transparente perforado no sólo sirve para observar las raíces.
También permite que llegue la luz y los agujeros en el fondo de la maceta permiten un correcto drenaje. El último factor esencial es el terreno.
O mejor dicho, las raíces necesitan espacio, aire y luz, por eso prueba a envolverlas con trozos de corteza.
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Por último, el riego, que debe realizarse mediante inmersión. Llene un recipiente con agua destilada o blanda. Luego coloca el jarrón dentro durante 30 minutos.
Con esta técnica la planta podrá absorber toda el agua que necesita. Una vez retirado, déjelo escurrir y luego vuelva a colocarlo en su lugar. Como ves, basta con unas cuantas precauciones y tu orquídea quedará perfecta.