¿Te encantan las plantas y tienes una orquídea que tiene problemas de deshidratación y cuyas raíces se están pudriendo? Hay una manera de salvarlo y devolverle su vigor anterior. Empiece por evaluar el aspecto de las hojas de su orquídea: ¿están ligeramente arrugadas o son suaves al tacto? Si las hojas tienen problemas, debes tomar medidas.

¿Orquídea con raíces secas? No lo tires, ¿cómo puedes guardarlo?
Revisa las raíces debajo del suelo de la orquídea. Si están podridos o completamente secos, es señal de que la planta no se está alimentando adecuadamente y puede morir. Sin embargo, tenga en cuenta que es posible salvarla sometiéndola a hidroterapia. ¿Qué es la hidroterapia?

Primero, retira la planta completamente del suelo. Luego retira las raíces podridas. Comprueba si la orquídea aún conserva las raíces carnosas necesarias para su rehabilitación. Luego toma un vaso en forma de copa de unos 10 a 15 cm de altura y remoja las raíces de la planta durante todo el día. Retire la planta del agua por la noche para permitir que la orquídea se hidrate sin pudrirse. Haz esto durante una semana. Después de este período, notarás que las hojas de tu orquídea se vuelven más vigorosas.

Entonces es el momento de volver a ponerlo en el platillo. Para mantener la planta bien hidratada es recomendable instalar arcilla expandida en el platillo para poder continuar con la hidroterapia.

Luego toma la maceta y agrega tierra. Planta la orquídea y cubre todas las raíces con tierra. Intente mantener la planta en posición vertical mientras la trasplanta para darle una apariencia más vigorosa. Esto también permite que la planta absorba mejor el agua a través de las raíces.

Para orquídeas espléndidas, es recomendable utilizar agua desmineralizada o agua procedente de la recogida de agua de lluvia, ya que están libres de ciertos elementos que podrían dañar la flor y la planta.