Cualquiera que sepa de jardinería sabe muy bien que existen determinadas plantas que se consideran plagas y que pueden perjudicar el correcto crecimiento de otras plantas. La hiedra, en particular, es una de esas plantas difíciles de tratar y que se reproduce muy rápidamente. Por supuesto, hay casos en los que se cultiva deliberadamente por sus características estéticas. Veamos cómo frenar su crecimiento y cuáles son sus principales características.
Plaga de la hiedra, cómo frenar su crecimiento
La principal característica de la hiedra es precisamente su velocidad de crecimiento. Su resistencia es bien conocida: puede crecer incluso en zonas donde el suelo es muy seco y pobre en sales minerales. Por eso su mantenimiento es bastante sencillo: hay que podarlo periódicamente, o arrancarlo de raíz si no se quiere. La poda debe realizarse en primavera, cuando la planta está a punto de desarrollarse; Entonces notarás la ramificación muy desordenada. Para hacerlo bien, simplemente corta las ramas pequeñas. La planta crecerá prolijamente y sobre todo será más estética. Si por el contrario pretendemos arrancarlo, podemos proceder de la siguiente manera.
Erradicar la hiedra y detener su crecimiento
Si queremos erradicar la hiedra y detener su crecimiento, podemos decidir utilizar productos químicos. En caso contrario, puedes hacer una mezcla casera: simplemente prepara sal gruesa, mézclala con agua y, después de añadir líquido lavavajillas (preferiblemente vegetal o al menos orgánico), vierte la solución sobre las raíces de la planta.
Si tomas medidas para destruir toda la hiedra sin lógica, corres el riesgo de causar daños irreparables a tu jardín y perjudicar el crecimiento general de muchas otras plantas, así como el equilibrio del medio ambiente. Intenta tener paciencia y el resultado seguro será óptimo: prueba nuestro método y seguro que quedarás satisfecho.