Seguramente la habrás visto en el campo, o incluso la habrás cogido de pequeño para soplar las esporas y hacerlas volar: esta planta es tan común en nuestro campo que se ha vuelto casi icónica.
El diente de león, comúnmente llamado diente de león y científicamente diente de león común, es una planta rica en beneficios para nuestra salud. Contiene vitaminas A, B, C y D, pero también potasio, hierro y zinc.
Hígado. En la medicina tradicional china, el diente de león se consumía para mejorar la salud del hígado y aliviar la indigestión. El diente de león tiene propiedades diuréticas lo que nos ayuda a expulsar el exceso de líquidos, pero también toxinas, de nuestro organismo.
Tracto urinario. Precisamente por sus propiedades diuréticas, y la riqueza en magnesio y zinc, el diente de león es excelente para la salud de la mujer. Puede aliviar las infecciones del tracto urinario, la mastitis y los desequilibrios hormonales.
Dolor. Muele el diente de león y aplícalo directamente en las zonas dolorosas o abscesos para ayudar en el proceso de curación y aliviar el dolor. Mezcla el diente de león con una cucharada de aceite de oliva para aumentar su eficacia. Alternativamente, use aceite esencial de diente de león.
Evite el uso de diente de león si tiene diabetes o está tomando otros medicamentos diuréticos o anticoagulantes.