Además, en lo que respecta al entorno, debemos favorecer un clima cálido pero al mismo tiempo húmedo con una temperatura mínima que debería oscilar entre los trece y los dieciséis grados. Sin embargo, aún mejor si puedes colocar la vainilla entre veintiún y veintiocho grados. Por último, es importante recordar regarla con frecuencia, para garantizar un cierto nivel de humedad y sobre todo para que las plantas no se sequen .