Los tomates son uno de los alimentos más populares para el almuerzo y la cena. Verduras muy nutritivas, los tomates son una mina inagotable de beneficios para la salud. Pero en lugar de comprar tomates cargados de pesticidas del otro lado del mundo, ¿por qué no cultivar tus propios tomates en macetas o en tu jardín? De hecho, el tomate es la planta más de moda en un huerto, además de las plantas aromáticas.
¡Cultiva tus propios tomates en casa en sólo 4 pasos!
Empiece por preparar el recipiente para germinar las semillas. Luego prepare una mezcla para macetas con 50% de tierra de jardín, 30% de abono y 20% de arena. Mezcla bien hasta obtener una mezcla de color marrón oscuro. Luego toma una maceta poco profunda con orificios de drenaje. Llénelo hasta la mitad con tierra para macetas.
Cortar los tomates maduros
Después de escoger unos cuantos tomates maduros, córtalos en rodajas no demasiado finas. No es necesario hacer rodajas bonitas, sino rodajas regulares.
Cultiva tus propias rodajas de tomate
Coge la olla anterior y coloca en ella las rodajas de tomate. Cúbrelas con un poco de abono y riégalas.
Evite enterrarlos profundamente. El objetivo es mantener las rodajas de tomate bajo una capa de tierra. Regar con un poco de agua para mantener la tierra húmeda.
Trasplante los brotes de tomate.
Después de dos semanas, las semillas de tomate han germinado bien y han producido plantas jóvenes con algunas hojas. En este punto, coloca la maceta en un lugar donde estará expuesta a la luz solar durante 10 a 12 horas al día. La luz del sol ayudará a que los brotes jóvenes crezcan fuertes y saludables.
Después de dos semanas, tus plantas de tomate estarán bastante vigorosas y listas para cultivarse en macetas separadas. Para hacer esto, entierre bien los tallos de sus plantas en la tierra para macetas y luego frote suavemente la tierra alrededor de la raíz de la planta. Agua sin exceso.
Deje que sus plantas de tomate crezcan en paz.
Coloque las macetas individuales en un lugar luminoso y soleado. No olvides regar las plantas.
Puedes cosechar tomates maduros después de 2 a 3 meses si cuidas bien tus plantas.