Originario de toda el área mediterránea, y utilizado desde hace siglos por los pueblos de esta región tanto en la cocina como en la medicina tradicional, el tomillo tiene grandes propiedades terapéuticas. Desde acción antimicrobiana hasta acción antiviral, el tomillo se puede utilizar para tratar diversas afecciones.

Tiene propiedades antivirales, bactericidas, fungicidas, antibióticas, diuréticas, antiespasmódicas, expectorantes y antisépticas, y es uno de los mejores remedios contra la gripe y los resfriados. Además de matar los microbios, el timo ayuda al cuerpo a eliminar toxinas y estimula el sistema inmunológico al promover la producción de glóbulos blancos.

Otro uso tradicional del tomillo es en el tratamiento de enfermedades del tracto respiratorio. Desinfecta las vías respiratorias y es excelente contra gripe, resfriados, asma, dolor de garganta, laringitis y bronquitis. Además, puede ayudar a descongestionar las fosas nasales.

Es posible utilizar el tomillo en forma de aceite esencial, pero también para realizar baños de vapor.

El tomillo también se utiliza para tratar la fatiga crónica , la depresión y el insomnio. Estimula la circulación, favorece la concentración, regula la presión arterial, mejora la memoria y la concentración.

El aceite esencial de tomillo es un potente remedio bactericida: puede utilizarse para desinfectar las manos, pero también para tratar afecciones relacionadas con el estómago y el sistema digestivo.